Zona Arqueológica de Písac

Cultura Inca. Cusco Perú

             

La palabra Písac (o Písaq) proviene del vocablo quechua pisaq o p'isaqa, que significa perdiz (gallinácea que abunda en esta zona).

Esta bella zona arqueológica construida por los antiguos incas está basada en trazos figurativos de una perdiz, como lo indica su nombre. Debemos recordar que el ave se encuentra relacionado con la espiritualidad, con lo místico, con los valores espirituales que el ser humano debe desarrollar.

Písac, es un distrito de la provincia de Calca, situado a 32 Kms. al noroeste del Cuzco. Su altitud comprende los 2,950 msnm.

Según una leyenda inca se dice que el cacique Huayllapuma tenía una hija, llamada Inquill, a la que tenía que casar con el hombre que pudiese construir, en sólo una noche, el puente sobre el río Vilacmayo (un puente de mucha importancia para la defensa del lugar). Pese a la dura tarea, Asto Rímac -un apuesto príncipe- decidió aceptar el reto, y pedir la mano de la princesa. Las autoridades del lugar dispusieron todo para que Asto Rímac iniciara las labores, mientras la princesa debía subir un cerro sin voltear; porque, de lo contrario, ella y su prometido se convertirían en piedra. Casi al amanecer, el príncipe había culminado con la obra, pero Inquill, no pudiendo soportar más, volteó y quedó convertida en piedra hasta el día de hoy.

Indudablemente podemos encontrar valiosos elementos psicológicos del trabajo interior en esta leyenda. El río como en la mayoría de culturas del mundo tiene simbolismo relacionado con las aguas internas del ser humano, siendo estas la energía creadora, la que nos da la vida. Más es sabido que si bien esta energía es sagrada, el ser humano muchas de las veces no se encuentra a la altura de las circunstancias y mal usa esta fuerza divinal en pasiones bestiales. Hacer un puente en el río significa trascender las bajas pasiones en el diario vivir.

El cerro -como la montaña- es el símbolo del camino esotérico, del camino a la perfección. Voltear atrás significa regresar a lo mundano, a los vicios, a la degeneración. Indudablemente que el voltear hacia atrás significa involución, retroceso, degeneración. Es pues una advertencia a no dar marcha atrás, a seguir firme en el camino interior.