HOMBRES PECES

Hombres Peces

En profunda meditación mi esposa sacerdotisa y yo (SAMAEL AUN WEOR) resolvimos hacer un viaje anímico, espiritual con el propósito de investigar todo lo relacionado con los hombres peces.

Es obvio que lo logramos y que al confrontar las percepciones de tipo metafísico dieron evidentemente idénticos resultados.

Fuera de la forma densa, nuestras almas se sumergieron profundamente en el Océano Atlántico, muy lejos de toda tierra firme.

En nombre de la verdad debo decir que ciertamente entramos en contacto directo con los hombres peces.

Si me preguntáis qué clase de figura tienen dichos hombres, habría de contestar claramente que poseen forma de peces con tamaños muy semejantes a la de cualquier persona humana, unos más grandes, otros más chicos, otros medianos, etc. etc. etc.

Hallamos en el fondo vivo del Océano la ciudad de los hombres peces. Es obvio que la citada ciudad no es de tipo físico, ni corresponde al mundo de tres dimensiones, se trata de una población situada en la dimensión desconocida.

Las casas, los templos, las tiendas, los restaurantes, calles y cosas, etc. han sido creados por los hombres peces en la Cuarta Dimensión, en eso que podríamos llamar espacio etérico.

Los animales intelectuales que viven en este mundo físico han degenerado tanto, su vista, que realmente ya no son capaces de ver la Cuarta Dimensión; empero los hombres peces son diferentes, distintos; poseen la vista etérica y por ello, la dimensión desconocida resulta para ellos tan familiar como el aire que nosotros respiramos o los alimentos que comemos.

Ciertamente esas criaturas no se han degenerado y por ello es ostensible que poseen la vista etérica. En nombre de la verdad hemos de decir que ellos viven simultáneamente en el mundo físico y en la región etérica.

Es claro que el alma de los hombres peces sabe que tiene cuerpo de pez, mas como quieran que también viven en la dimensión desconocida, no ignoran que son hombres, pudiendo vivir como tales en la Cuarta Dimensión a tiempo que se mueven simultáneamente entre las aguas como simples peces.

Hay, pues, en ellos una doble vida, la primera como peces, la segunda como hombres; empero se combinan ambas, se procesan en forma simultánea y armoniosa, bellamente coordinadas...

Un rey muy sabio gobierna a estas criaturas; se trata de un hombre pez muy venerable.

Es claro que ese anciano Rey es amado por todos sus súbditos y que no necesita de ejércitos ni de policía para hacerse obedecer. Es un ser inefable de las dinastías solares.

Almas de hombres peces viven como hombres realmente en una ciudad etérica invisible para las gentes degeneradas de nuestro mundo, pero visibles para los hermosos sentidos de esas criaturas. Sin embargo, asombra que al mismo tiempo tengan cuerpos físicos y de peces; vean ustedes esta extraña combinación de hombres y peces.

Mirando al misterio, Samael Aun Weor.


Imagen: Grabado Holandes del Siglo XVII

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