Los 10 Sephirotes.

Jenaro Ismael Reyes Tovar Comisión Painalli (Material didáctico para Instructores)

Sephirotes

El ser humano es un microcosmos y es idéntico al universo. “Tal como es Arriba es abajo”, nos decía Hermes Trismegisto, el tres veces grande, Dios Ibis de Toth en su tabla esmeraldina.

El Universo está compuesto de 10 dimensiones que componen el llamado árbol de la vida. Estas 10 dimensiones llamadas sephirotes tienes su correspondencia en el ser humano.

La palabra sephirote bien podemos definirla como semilla divina, cuerpo, dimensión, cielo, estado de conciencia, etc. Es todo esto a la vez. El ser humano está llamado a que germine cada una de esas semillas divinas, a desarrollarlas completamente y así habrá cumplido su misión en este mundo.

El árbol de la Vida son los 10 sephirotes o semillas divinales que se corresponden con los cuerpos internos del ser humano y con las distintas dimensiones del universo.

El árbol de la vida es una emanación de la misma divinidad, y a través de sucesivos desdoblamientos va creando cada una de estas semillas divinales,  que actualmente están en estado latente para que a través de trabajos consientes, del despertar de la conciencia, de los tres factores de la revolución de la conciencia podemos hacerlos germinar y regresar a eso que no tiene nombre, ni orilla, ni fin. Los aztecas nos hablan de los 13 cielos y los mayas de los 13 katunes, estos son los mismos 10 sephirotes y los tres aspectos inefables del Absoluto.

Los siete cuerpos del ser humano (1.- Físico 2.- Vital  3.- Astral 4.- Mental  5.- Causal 6.- Conciencia 7.- Ser) más la triada divinal que también existe en el interior del ser humano, nos dan esos 10 sephirotes que componen el árbol de la vida.

10 SEPHIROTES

Los 10 Sephirotes son los siguientes.

Malkuth (heb. “El Reino”).- Empecemos desde abajo con el sephirote no. 10, con el sephirote más denso, se refiere al mundo físico (este mundo tridimensional) y por supuesto al cuerpo físico. Se le llama sephirote caído, pues es el que corresponde al aspecto más grosero de la naturaleza. Se le llama el filtro, pues es aquí donde tenemos que definirnos en transformarnos o involucionar. Se relaciona con los pies.

Jesod (heb. “Fundamento”).- Es el cuerpo vital y el mundo vital. La cuarta dimensión, el mismo Edén. Dentro del ser humano es el cuerpo vital, lingam sarira en el mundo oriental, Mumia por Parecelso, Ninsus formativus por Emmanuel Kant, aura por el común de la gente. Es lo que garantiza la vida. Cada átomo del cuerpo físico está íntimamente relacionado con cada átomo del cuerpo vital. Si se enferma el cuerpo vital más tarde aparecerá la enfermedad en el cuerpo físico. Está en íntima relación con los órganos creadores, Jesod  es el noveno sephirote o novena esfera y precisamente de ahí se deriva que el trabajo con la trasmutación de las energías se le llame el trabajo con la Novena Esfera.

Hod (heb. “Esplendor” ).- Es el mundo astral, el mismo mundo de los sueños, la quinta dimensión, el mundo de Sidere o Sideral. Le corresponde el cuerpo Astral, llamado en el mundo oriental como Kamas (deseo). La utilización de este cuerpo astral es de lo más normal en el ser humano, cada vez que vamos a dormir lo utilizamos. Salir en cuerpo astral no es más que darse cuenta de que uno está soñando. El verdadero esoterista es quien hace uso consciente de sus sueños –en otras palabras- que viaja en el mundo astral consiente y positivamente. No es peligroso porque no es peligroso que uno se haga consciente de sus propias funciones naturales. Además –por si fuera poco- estamos unidos al cuerpo astral mediante un cordón energético, denominado Antakarana o hilo de vida, el famoso cordón de plata de Martes Lobsam Rampa. Este es el sephirote número 8. Su correspondencia en el organismo humano es en la pierna izquierda.

Netzach (heb. “Victoria”).- Es el mundo mental, y por supuesto le corresponde el Cuerpo mental. Tal vehículo tiene su ultra fisiología (funcionamiento) y su ultra patología (enfermedades). Es imprescindible el saber cómo y porqué funciona nuestra mente para así convertirla en algo útil, pues mientras esté llena de ansiedades, deseos, apetencias, angustias, preocupaciones, y viva en el dualismo –es decir- que siempre no la pasamos comparando, si es blanco o negro, si está frío o caliente, si es bueno o malo, su es alto o chaparro, etc. No será un instrumento para lo cual fue creado. Es el Sephirote No. 7 y se corresponde en la pierna derecha.  Tanto Hod (el astral) como netzach (el mental) les corresponde la región simbólica del cinturón en las pinturas o jeroglifos de las zonas arqueológicas de los mayas, incas, egipcios, etc. Y los dos corresponden a la Quinta dimensión.

Tiphereth (heb. “Belleza”).- Se refiere al mundo causal o de la música, la sexta dimensión, mundo de la voluntad. Cuerpo que le corresponde es el cuerpo causal. El Ser tiene dos almas, una divina y la otra humana, Tiphereth es de los sephirotes más importantes, pues es a través del alma humana que puede manifestare el Amor Universal cuando se prepara debidamente para hacerlo. Le corresponde la región del corazón y es por ello que podemos ver –por ejemplo- en el Dios Pacal Kin maya de la zona arqueológica de Palenque, Chiapas, como sobresale una figura de su pecho, indicando con ello los artistas mayas que este ser humano había logrado manifestar el Amor a través del Alma Humana. Este es el Sephirote no. 6. En la India se le dio el nombre de “Manas”.

Geburah (heb. “Poder”).- Es el mundo de la conciencia, también –al igual que tiphereth- le corresponde la sexta dimensión. En el ser humano es tanto el cuerpo de la conciencia cómo el alma Divina. La misma Helena de Troya, las Walkirias de los nórdicos, la Ginebra, es el Buddhi de la teosofía. Es pues la princesa de los cuentos de hadas, al cual el Alma Humana o Tiphereth tiene que rescatar de las potencias tenebrosas. Es la bella Sulamita a quien fue dedicado el Cantar de los Cantares del Sabio Salomón. Conquistarla equivale realmente a lograr el “matrimonio Perfecto”, ella es la famosa “Alma gemela” que tanto se habla en diversos textos de sabiduría. Este es el sephirote no. 6 y le corresponde en el cuerpo humano en el brazo izquierdo.

Chesed (heb. “Misericordia”).- Es el mundo del íntimo, la séptima dimensión. En el ser humano es el Cuerpo del Ser y es también el Padre que está en Secreto, el íntimo, el Ser. “El ser es el Ser y la razón del Ser del Ser, es el mismo Ser”. El padre interno de cada ser humano es la misericordia, el saber perdonar. Este es el sephirote 7 y le corresponde  el brazo derecho.

Como podemos observar no es nada difícil estudiar el árbol de la vida, los sephirotes de abajo no son más que los siete cuerpos y las siete dimensiones básicas del mundo y del universo. Los tres sephirotes de arriba corresponder a la trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero dentro de cada uno de nosotros, veamos.

Binah.- (heb. “Inteligencia”).- Es el espíritu Santo, si bien es la fuerza cósmica que mantiene vivo al mundo entero, en cada ser humano se encuentra también este principio. El desgaste de nuestras energías creadoras es lo que nos aleja de encarnar este principio. Es importante que uno aprenda a transformar su energía, en una superior a través de la música clásica, del buen uso del verbo, del desarrollo del sentido estético, de las caminas en el bosque y por supuesto los sistemas de trasmutación que en estos estudios gnósticos se enseña en la primera cámara. Esto permite que iniciemos el camino hacia el Tercer Logos. En el cuerpo humano le corresponde el lado izquierdo del cerebro.

Chokmah (heb “Sabiduría”).- Es el Hijo, el Cristo Cósmico. La fuerza maravillosa del amor está representada en este principio. Indudablemente el odio, la ira, la venganza, las ansias de sacarse el clavo, etc. Nos alejan de esta fuerza solar. Solo amando a nuestros semejantes y demostrando ese amor con hechos claros concretos y definitivos es que podremos dar pasos hacia el encuentro del Cristo interior. Bien está dicho que solo “Aprendiendo a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de nuestros semejantes”, algo tremendamente difícil, pero ya enseñado por el gran Kabir Jesús con aquella frase “Amaos los unos a los otros y así probareis que sois mis seguidores”. En el cuerpo humano le corresponde el lado derecho del cerebro.

Keter (heb. “Corona”).- Es el Ser del Ser, el padre del Padre, la misericordia de la misericordia. Es el bendito anciano de los días. -por cierto- estas 3 letras que forman su nombre en hebreo son las mismas que se encuentran –además del Iod he vau he- en el pentagrama esotérico. Todos en el fondo tenemos un anciano de los días, la parte más elevada de nuestro Ser. El Ser del Ser es la verdad y lo que nos separa de él es la mentira. Se encuentra situado en la parte superior de la cabeza.

Si analizamos un poco veremos aquí tres pecados que nos separan de la Divinidad, la fornicación (o abuso sexual) del espíritu santo porque él es el Poder. El odio del Cristo Interno porque él es amor. Y la mentira del Padre porqué él es la verdad. Y veremos que los tres factores de la revolución de la conciencia que son el camino para nosotros los que estudiamos gnosis están en íntima relación con ellos. Pues trasmutando la energía creadora nos acercamos al Espíritu Santo, siendo el factor Nacer. Amando a la humanidad y entregando la enseñanza a todos sin distinción nos acercamos al Hijo pues él es amor  y cumplimos con el Sacrificio por la Humanidad y el Ser del Ser antítesis del Ego, sólo muriendo en sí mismos, desintegrando el NO Ser, nos uniremos al Padre.

PILARES

Estos son los 10 sephirotes del árbol de la vida. Pero aquí no se acaba el estudio de ellos. La organización de estos sephirotes nos da tremendas enseñanzas prácticas. Como lo observamos en los tres pilares que forman las semillas divinas en el árbol de la vida.

Pilar de la Severidad, tres Sephirotes de la forma se encuentran en el Pilar de la Severidad (Binah, Geburah, Hod).  Precisamente ahí tenemos como centro del pilar a Gebrurah que tiene como atributo precisamente a la Justicia. Dice bien un dicho popular “hay que ser mansos, pero no mensos”. Así el estudiante de gnosis debe saber amar y perdonar, pero debe en ocasiones blandir la espada para defender su hogar o al oprimido.

Pilar de la Misericordia, tres Sephirotes de la Energía se encuentran en el Pilar de la Misericordia (Chokmah, Chesed, Netsah). siendo el centro de este pilar Chesed, el íntimo precisamente la misericordia. Nuestro deber es saber perdonar a los semejantes, amar a los que nos comprenden no tiene chiste alguno, debemos extender más allá y lograr amar a los que no nos comprenden. Una de las primeras cosas que debemos prácticas es saber perdonar a nuestra propia esposa, y las mujeres a su propio marido. Errores del pasado, muy del pasado, aún los tenemos presentes en nuestra mente y eso nos hace ser infelices. Muchísimos matrimonios podrían ser felices –y no lo son- porque no hemos aprendido a perdonar.

Pilar del equilibrio, Y entre esos dos pilares está el Pilar del Equilibrio, donde están los distintos Niveles de Conciencia (Kether, Tiphereth, Jesod, Malchut). Teniendo como centro de gravedad a Tiphereth, el alma humana, quien como vemos hace contacto prácticamente con todos los sephirotes.

A un lado de la justica debe estar la misericordia, justicia sin misericordia es tiranía, misericordia sin justicia es complacencia con el delito.

TRIÁNGULOS

Algo más nos regala este árbol de la vida y es su organización por triángulos  así comprenderemos mejor su organización.

Triangulo Logóico.- Logos es el verbo, es Dios. Este triangulo está formado por los tres Logos, que sería el Padre el hijo y el espíritu santo. El Corazón del cielo del Popol Vuh compuestos según la teogonía maya por Raxá Kakulha, Chipí Kakulha y Kakulhá.

Triangulo Ético o monádico.- Está compuesto por el Ser (el íntimo) y sus dos almas, el alma humana que es masculina y el alma divina que es femenina. Se le llama monádico por que ahí reina la recta conducta.

Triangulo mágico.- Es por qué ahí donde se opera la magia, no olvidemos que magia es el arte de influir sobre nuestra naturaleza interior. Neztcah la mente, Hod el mundo astral, y Jesod el mundo etérico forman este triangulo.

Por último tenemos a Malkuth, el sephirote caído.

CONCLUSIÓN.

“Y puso Dios dos árboles en el huerto del Edén”, el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida.

Lamentablemente los seres humanos que poblamos perversamente la Tierra hemos tomado las sombras de estos árboles como si fueran los propios verdaderos.

El árbol de la ciencia del bien y del mal es la fuerza sexual, que puede transformarnos radicalmente si aprendemos a canalizar sabiamente esta fuerza, dejando a un lado el adulterio, la pornografía, etc.

El árbol de la  vida es el Ser con todas sus manifestaciones, pero nosotros hemos tomado su sombra, esta sombra es el Ego, y queremos que este sea nuestro guía, nuestro camino, nuestra base, nuestra vida.

Más no es así, debemos armarnos de valor verdadero y encaminarnos por el camino del Ser, por ello concluiremos diciendo –con el V-M. Samael Aun Weor “Todo intento de liberación si no se tiene en cuenta la disolución del Ego, está condenada el fracaso”.

Presentación en Power Point (4.37 Mb) <haz clic aquí>

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