Testimonios de la Gnosis (354)

  • Nombre: Daniel Millán
  • País: Maturín -Venezuela
  • Edad: 37
  • Tiempo: 4 meses y medio
  • Profesión: Profesor Universitario

Comentarios: Buenas tardes tengan todos. Comenzaré diciendo que desde muy temprana edad me inquietaban algunas interrogantes: ¿El ser humano es sólo carne y hueso?, ¿mas nada..?, algo me decía que debe haber otras cosas... Todas estas preguntas me las ha respondido la Gnosis. Y no es, que ya lo experimente, estoy seguro que así es, es una convicción que ahora debo descubrir, y sé que está dentro de mí y que el camino es duro, pero el cielo es de los valientes... Sigan luchando por su alma, sigan luchando por volver a la fuente divina, de donde hemos salido todos, no desmayen que nuestro padre y nuestra madre no nos abandonarán si les pedimos y perseveramos en morir en nuestros defectos... la meta es crear nuestros cuerpos solares y sacrificarnos por la humanidad doliente, otra cosa cada quien debe dar testimonio de su trabajo y experiencias, lo que digamos de los demás es sólo una referencia... Cada quien debe levantar su cruz... Esto es lo real, no debe haber dudas en nuestros corazones. Un Gnóstico es un batallador contra sí mismo a fin de liberar nuestra atrapada consciencia y pensar sólo en las maravillosas virtudes que poseemos, pero que hasta tanto no limpiemos nuestra templo, no percibiremos la gracia divina. Hay que meditar y orar mucho, pedirle bastante a la madre divina al padre intimo, estar atentos a todo lo que nos ocurra para poder comprender y posteriormente eliminar los agregados psíquicos que tanto daños nos hacen a nosotros y a nuestros semejantes.. Hay que respetar a la naturaleza. Querer a nuestras esposas, hijos hermanos, padres, vecinos a todo cuanto nos rodea. No seamos codiciosos, envidiosos, lujuriosos, iracundos, por mencionar algunos de los más terribles agregados psicológicos. Profesemos la paz, mantengamos una actitud de seres despiertos y alertas a fin de que nada de lo que ocurra a nuestro alrededor logre perturbarnos y hacernos pecar. Cuidemos nuestro cuerpo evitando los abusos de comidas y bebidas. Bueno hasta aquí por los momentos. Estas son algunas de las cosas que en estos cuatro meses y medio he meditado y puesto en práctica, porque debo reconocer es estrecho el camino que conduce a la salvación. Estoy luchando por fabricar alma.

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